lunes, 6 de marzo de 2017

CDXI.- Abandonado por las musas y goloso como los monos de Tenniers.


Hay temporadas en las que te vas liando con tonterías y dejas de hacer cosas que consideras importantes. Eso me ha ocurrido las últimas semanas, he estado un poco disperso y me está costando encontrar la inspiración («Hoy las musas han pasao de mí, andarán de vacaciones»).

Uno recupera la ilusión en el momento más inesperado, a mí me pasó desayunando hace unos días.

Bajo caminando al trabajo desde casa, un paseo largo, de más de una hora, atravesando Barcelona desde Sarriá hasta el Arco del Triunfo, un paseo divertido en el que te cruzas con todo tipo de fauna, siempre interesante.

Suelo hacer la bajada de un tirón, pero, hace unos días, me paré a desayunar en una panadería – aquí antes las llamaban granjas, ahora las llaman hornos -. Había dejado a los niños en el colegio y tenía que dejarle el coche a mi mujer a mitad de camino. Paré el coche y pasé al horno a desayunar. No tuve dudas, un café solo muy cortito (hace ya dos años que apenas tomo café y cuando lo hago lo tomo restretto, a la italiana) y un xuxo cremoso, recién salido del horno, una bomba calórica que rebosaba crema pastelera. Un verdadero placer.

Pinchaba con el tenedor y pasaba ligeramente el cuchillo, permitiendo que la crema se esparciera por el plato. La recogía con el filo del cuchillo y untaba la masa frita del xuxo.

Tal y como está el mundo, dado que vivimos rodeados de integristas obsesionados por la cocina sana y equilibrada, supongo que tomándome un pastel de crema habré violado varias normas sacrosantas de la nueva religión, aquella que demoniza al azúcar y sus derivados.

Ni qué decir tiene que comer sabiendo que es pecado me alimenta mucho más y disfruto del pecado de gula, del de lujuria azucarada y de cuantos pecados vayan aparejados a los placeres de la mesa. A veces puedes encontrar el felicidad a las ocho de la mañana en una cafetería atestada de gente.

Un xuxo es un pastel sencillo hecho a base de masa frita que se rellena de crema pastelera, se fríe y se reboza en azúcar. Supongo que si el Marqués de Sade viviera en nuestros tiempos dejaría la pornografía y se dedicaría a la cocina y a todos sus recovecos.

Para hacer un xuxo se necesitan los siguientes ingredientes:

350 g de harina de fuerza.

100 g de mantequilla a temperatura ambiente

100 ml de leche

25 g de levadura fresca

30 g de azúcar

2 huevos

1 pizca de sal

Se calienta la leche en una cacerola a fuego suave hasta que esté tibia. Con la leche tibia de diluye mejor la levadura, hay que remover con paciencia hasta que se deshaga toda.

Se baten los huevos en un bol, conviene tener paciencia, los huevos han de doblar su volumen. Una vez hemos conseguido que queden espumosos se añade la lecho poco a poco, sin dejar de batir.

En otro bol se tamizar la harina con el azúcar y la sal. Hay que hacer un agujero, como si fuera un volcán. En el centro del montón de harina se hace un hueco al que se va añadiendo la leche y los huevos. Se mezcla con una cuchara echando la harina de los bordes del bol hacia el centro como para tapar el hueco donde echamos el huevo.

Añadir la mantequilla en trocitos (mejor si está ya desecha o a punto de pomada) y seguir mezclando hasta que se quede todo pegado. 

Enharinar una superficie de trabajo y pasar a ella la masa. Amasar hasta conseguir que sea una masa elástica y suave. Ir añadiendo poco a poco harina hasta que no se pegue la masa a la superficie, pero amasar bien para que repartan bien todos los ingredientes. Es importante amasar pacientemente, hasta que sea muy elástica.

Hay que ir estirando, aplastando y doblando la masa. Cuando ya esté lista se le echa un poco de harina y se cubre con un trapo de cocina limpio para dejarla reposar durante 30 minutos en un lugar templado de la cocina, si hace frio conviene dejarla cerca del horno encendido (yo suelo dejar el bol encima de un radiador).

Cuando haya pasado la media hora, volver a enharinar la superficie de trabajo y volcar la masa. Volver a amasar durante medio minuto para que la masa pierda el aire. Con un rodillo, estirar la masa fina en un rectángulo. Cortar con un cuchillo la masa en forma de cuadrados. 

Cuando los cuadrados estén hechos se pone un poco de crema pastelera a lo largo de la masa, dejando los bordes libres, para que peguen luego bien.

Hay que tapar la crema doblando hacia el centro primero con un lado de la masa y luego con el otro lado. Doblar un poco los extremos del xuxo resultante para sellar la masa y que no se salga la crema. En cuanto a las formas hay quien prefiere hacer unos canutillos cilíndricos, va en gusto. En todo caso, hay que tener cuidado de que la masa quede bien sellada.

En una sartén grande se pone aceite en abundancia y se deja calentar, no hay que dejar que el aceite humee, pero sí que chisporrotee con alegría cuando se le lance un pellizco de masa. EL objetivo es que se doren rápidamente.

Cuando estén hechos, pasar a un plato con papel absorbente. Mientras está todavía caliente, pasar por azúcar.

(Receta de tuneada del blog los dulces de Susi).

He disfrutado tanto comiendo los xuxos como los monos golosos de Tenniers.
Resultado de imagen de Rubens banquete

2 comentarios:

  1. Estoy esperando el desayuno y al leer tu entrada me siento con el estómago lleno. Hace años dejé de ser golosa y menuda "bomba" nos has presentado hoy, además no creo debas abusar de dulces pues tienes algún kilillo de sobra, como verás me he levantado crítica. Jubi

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    Respuestas
    1. Jubi, hoy me he encontrado con diletante por casualidad y lo he encontrado estupendo.
      Cómo nunca.
      Desprende luz de felicidad por todos los costados.
      Déjale que disfrute. Da gusto que alguien lo haga.

      Besos

      LSC

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